miércoles, noviembre 23, 2005

Distribución del Ingreso.


Un tema muy en boga en los últimos meses, sobre todo a raíz de las elecciones presidencial y parlamentaria; es la abismante desigualdad existente en Chile, lo que nos conduce inevitablemente a la distribución del ingreso. En Chile, la diferencia entre el 5% que percibe menos ingresos, y el 5% que amasa más, es de la preocupante cantidad de 204 veces(datos en MIDEPLAN). Qué país puede decir que está en vias de desarrollo si tiene ese índice de desigualdad. Es increíble que ante las favorables cifras macroeconómicas, los numerosos TLC, la apertura al comercio exterior, el alza en el precio del metal rojo, y tantas otras buenas noticias que salen en los diferentes medios de comunicación; figuren semejantes cifras de desigualdad en el ingreso. Se podría decir con bastante seguridad, en base a datos proporcionados por un estudio de Harald Beyer y Carmen Le Foulon (Documento disponible en la página web del CEP, a saber, http://www.cepchile.cl/dms/lang_1/doc_3031.html ) que esta es una situación que se arrastra desde los años sesenta, en donde en un contexto de aumento general del nivel salarial, hubo un importante incremento de la dispersión en las remuneraciones. Así, mientras el crecimiento en los salarios por hora de los que estaban en la parte inferior de la distribución salarial, ascendía a una tasa promedio anual de un 3%, los salarios de los grupos ubicados en la parte superior de la distribución anual lo hacían a un 6% promedio al año. La situación se vió agravada con la gran inflación a comienzos de los setenta, que disminuyó considerablemente los salarios reales de los quintiles más bajos, contexto que empeoró aun más con la crisis del 75' y la del 80'-82'. En estos períodos se experimentó un alto desempleo, lo que redujo en mayor medida los ya mermados salarios. Hay que tener en cuenta que, en virtud de los principios del modelo económico imperante en la época, que continua con gran fuerza hoy; el desempleo significa sí o sí una baja en los ingresos domésticos, ya que en estas circunstancias hay mayor oferta por mano de obra, lo que es un incentivo para las empresas que demandan trabajo a bajar las remuneraciones, ya que un cesante estará dispuesto a ingresar al "mercado laboral" a cualquier costo, con tal de salir de su angustiante situación. Asimismo, los que están trabajando, ven disminuir además de sus ingresos, sus derechos y la calidad del entorno en que se desenvuelven desarrollando sus actividades laborales. Esto se agrava aún más si se está en presencia de un aumento inflacionario, ya que, siguiendo a economistas como Keynes, en este contexto se debe resolver el dilema de si se opta por disminuir la inflación, o por aplacar el desempleo, dado que ambas cosas no se pueden resolver simultáneamente. Por ejemplo, en el Estados Unidos que vivió la crisis del 29', se optó por terminar con la inflación, lo que trajo graves consecuencias para los cesantes, que subsistieron por bastante tiempo. La misma crisis -en donde Chile fue el país más afectado a nivel mundial- provocó la toma de medidas a nivel estatal que configuraron el escenario que en los sesenta habría de causar una dispersión en la distribución salarial. En los noventa, se produjo una leve disminución de la desigualdad en la distribución del ingreso, pero no pudo cicatrizar las profundas llagas originadas en los sesenta y setenta. Esto a pesar de que desde el 84' al 94' dos millones de personas dejaron de estar bajo la línea de la pobreza.

Pese a los avances logrados en el último tiempo, y las políticas en educación implementadas por los distintos gobiernos, la desigualdad sigue siendo un problema subsistente. Planteo lo de la educación porque, según el estudio ya citado, y siguiendo a diversos economistas; esta materia es una de las grandes causantes de la desigualdad. El sector calificado triplicó sus salarios desde los sesenta hasta hoy, mientras que el sector no calificado sólo los duplicó. Esto teniendo en cuenta que los ingresos del sector profesional ya eran mucho más altos. Pese a esto, la diferencia que hoy se aprecia, es por el crecimiento del quintil más alto, que no se ha visto mayormente afectado por las crisis del 70', 75' y 80-82, siendo los ingresos de la clase media los más afectados. El sector que completaba la educación media en los sesenta, ganaba la mitad más que el que sólo terminaba la básica. Hoy esa cantidad se ve disminuida a un 35%. Todos pensaríamos que es un avance, pero no es así; lo sería si el sector menos calificado hubiese aumentado su salario, pero fue el sector medio el que lo vió disminuir.

Hay que considerar que el sector más pobre es el que presenta menos desarrollo en "capital humano", lo que provoca un detrimento en sus ingresos. Si pensamos en un hogar de este sector, además de percibir menores remuneraciones por la no capacitación, presenta la más alta tasa de desocupación femenina, que se produce por la falta de educación escolar. Esto agrava aún más su situación.

Hemos visto que el problema no se gesta en los años recien pasados, sino que es consecuencia de eventos que provienen desde la crisis del 29', que afectó a nuestro país de una forma atroz. El mejorarlo es responsabilidad no sólo del gobierno, sino también del sector empresarial, que debe aceptar una mejora en las condiciones laborales y otorgar salarios más equitativos, proporcionales al trabajo realizado y a la contribución de este en los ingresos productivos. No basta sólo con producir empleo, como los economistas monetaristas y keynesianos creen, sino que este además debe ser de calidad -sin subempleo- y con un salario digno.

5 declara:

At 8:39 a. m., Blogger Alvaro Fuentealba said...

Muy interesante su blog.

Le agradezco los comentarios en el mío.

Respecto de Chile a la Carta, le cuento que junto a mi amigo E. Palma, soy uno de los socios fundadores, y Ud. está cordialmente invitado a nuestras actividades.

El plebiscito fue todo un éxito: 1351 personas participaron.

Saludos cordiales,

 
At 3:41 p. m., Blogger Carlo said...

Bueno, este tema es fascinante, sobre todo para mi profesor de Macroeconomía, del cual esta prácticamente enamorado. La distribución del ingreso de chile es aberrantemente horrible. La parte más rica de la población gana aproximadamente 17 veces más que la más pobre, y esto hace ver la tremenda división que tenemos como país, la vemos al ir a una comuna como Lo Barnechea,que alberga a una de las poblaciones más acaudaladas del Gran Santiago (sector de La Dehesa), y a uno de los más pobres (Sector Cerro Dieciocho). Esto es realmente preocupante, ya que se da a niveles de comuna y barrios, lo que agranda la división, y, por ende, desigualdad, problema que nos viene persiguiendo desde ya hace mucho, y que cada día crece más.
Es por esto, que es ahí donde las fuerzas se deben centrar, en combatir esta pésima distribución del ingreso, y, si se ataca ahí, se podrán cambiar mucho más fácilmente las cosas que queremos cambiar.

Saludos, bendiciones y un abrazo, amigo mío.

Tu amigo Carlo A. Sánchez P.

 
At 9:26 p. m., Anonymous Anónimo said...

Es realmente decepcionante saber que hay tanta gente puede tener 5 autos de marca en el garage, mientras otras tantos más se juegan la vida intentando darle un pedazo de pan a sus hijos...

Es bien fácil llenarse la boca de promesas, cuando todo esa politica es más de lo mismo, alimentar a ese mounstro de consumismo y diferenciar aún más la barrera entre los que nacieron en las condiciones aporpiadas y en los que no.

Me alegra saber que aun sigue gente con conciencia, que quizas no pueda arreglar el problema, pero no se deja cegar...
Un gran abrazo!
Lo quiero mucho.

excelente el blog!

Pía púrpura

 
At 3:36 a. m., Anonymous Anónimo said...

Saludos, Para empezar quiera felicitarte por el blog que esta muy interesante, además que es un buen medio para expresar nuestras opiniones y darlas a conocer para formar un debate. En cuanto al tema en sí, creo que es un tema de la mayor importancia y que es la base de muchos de los problemas de nuestra sociedad actual. Y ha sido reconocido como tal, cosa que se ve por ejemplo en el transcurso del debate generado en la carrera presidencial, aunque creo que en ella no se abordo el fondo del problema, como tipicamente ocurre. Creo que la responsabilidad , como tu dices, no es solo del gobierno, sino tambien de los empresarios, ya que estos son los que manejan las empresas y pueden generar los empleos y creo que falta una conciencia por parte de estos, a lo que se suma que en la actualiadad se privilegia mucho el criterio economico por sobre el social, es decir, son mas fuertes criterios como curva de demanda, optimo de pareto, excedente del consumidor, etc por sobre otros mas humanos. Esto es otra clave del problema. Y la solución de fondo pasa claramente por la educación y aquí ha fallado demasiado el gobierno: Se ha privilegiado más la cantidad a la calidad. Es cierto que ha mejorado la cobertura y todo eso pero la diferencia entre un colegio publico y uno privado sigue siendo gigantesca. Para que hablar de la educación superior. Allí hay otra llave para la solición de este problema.

 
At 3:47 a. m., Blogger Alex Figueroa F. said...

Gracias al profesor Álvaro Fuentealba, a mi amiga Pía y a mis amigos Carlo y Jorge por sus opiniones, realmente me alegra ver que el mensaje que quiero entregar es bien recibido. Realmente aportan al debate, introduciendo elementos como el consumismo y el óptimo de Pareto.
Muchos saludos a todos.

Alex.

 

Publicar un comentario

<< Home